Un 28 de septiembre de 2008, Sofía Herrera desapareció en un camping, a 60 kilómetros de Río Grande, donde vive su familia, cuando fueron a comer un asado con unos amigos. La niña tenía 3 años.

«Sofi le eligió el nombre a su hermana. No llegaron a conocerse y es angustiante», dice a medios nacionales María Elena cuando se cumple un aniversario más de la última vez que vio a su hija.

«Ya pasaron 16 años y no quiero que nadie ni la Justicia se olvide de ella. Se cometieron muchos errores en su búsqueda, pero quiero que la sigan buscando, porque yo no dejé de hacerlo ni un día de mi vida», suma.

Y reclama: «A 16 años de la desaparición de Sofi le pido a la Justicia que la busque, que no se olvide de ella». Dice que llora mucho, que tiene ropa de la niña en bolsas, guardadas en un lugar sin luz, en un placard, para que su olor se mantenga por si en algún momento se necesita en la investigación.