El presidente Nayib Bukele dice que servirá para contribuir a la bancarización de la población y evitar una pérdida de 400 millones de dólares en las remesas. Las encuestas indican que la mayoría de la población se opone. Las críticas del Banco Mundial, el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo.

En El Salvador, que dolarizó su economía hace dos décadas, la mayoría de los 6,5 millones de habitantes rechaza el bitcoin impulsado por Bukele y prefiere seguir usando el billete verde, según las últimas encuestas.

Siete de cada 10 salvadoreños señalaron estar «en desacuerdo o muy en desacuerdo» con el bitcoin, que circulará a la par del dólar, indicó un reciente sondeo de la Universidad Centroamericana (UCA) que consultó a 1.281 personas a mediados de agosto.

«Ese bitcoin es una moneda que no existe, es una moneda que no va a favorecer a los pobres sino a los acaudalados, porque uno de pobre, ¿qué puede invertir, si a duras penas tenemos para comer?«, dijo José Santos Melara, un veterano de la guerra civil (1980-1992) que el viernes participó en una protesta contra la criptomoneda, informó la agencia de noticias AFP.

La Asamblea Legislativa, alineada con Bukele, aprobó en junio la ley bitcoin y a fines de agosto avaló un fideicomiso de 150 millones de dólares para garantizar la «convertibilidad automática» del bitcoin al dólar.

El bitcoin tendrá por ley un poder «libertario ilimitado en cualquier transacción».

La ley establece que el tipo de cambio entre la criptomoneda y el dólar «será establecido libremente por el mercado» y obliga a «aceptar bitcoin como forma de pago».

El Gobierno instala a través del país más de 200 «puntos Chivo», cajeros automáticos de bitcoin, algunos custodiados por el Ejército para prevenir posibles daños de opositores.

Economistas y organismos como el Banco Mundial, el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) son escépticos sobre la adopción del bitcoin como moneda junto al dólar.

Tendrá un «impacto negativo» en las condiciones de vida de la población dada la «alta volatilidad del precio de la cotización», e «incidirá en precios de los bienes y servicios«, asegura el economista Óscar Cabrera, de la Universidad de El Salvador y expresidente del Banco Central de Reserva de El Salvador.

En tanto, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) afirmó que el hecho de ser determinado «exclusivamente por el mercado» torna al bitcoin «altamente volátil» .

Alentado por una elevada aprobación ciudadana, pero criticado por varias medidas consideradas autoritarias y que afectan la independencia entre los poderes del Estado, Bukele defiende su decisión y tildó de «torpe» a la oposición por «meterle miedo» a la población sobre la criptomoneda.