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El Presidente anuncia el envío del proyecto de presupuesto 2026 al Congreso, destacando que mantiene el equilibrio fiscal. Subraya que el futuro de Argentina depende del compromiso del pueblo y la política con el orden fiscal, asegurando que respetarlo conducirá a un crecimiento inimaginable tras décadas de estancamiento, mientras que fallar resultaría en inflación descontrolada y pérdida de expectativas.
El equilibrio fiscal es presentado como la piedra angular del plan de gobierno y un principio no negociable, esencial para el correcto funcionamiento del país. Aunque entiende que pueda parecer un capricho, es la solución definitiva a los problemas de Argentina, aunque requiere plazos de desarrollo largos.
El Presidente celebra los éxitos de su gestión, como la baja sostenida de la inflación, la pobreza, los impuestos y la salida del cepo, reconociendo que muchos argentinos aún no perciben estos logros en su realidad material. Afirma que los años más duros ya pasaron y agradece el apoyo recibido.
Reitera que el rumbo está fijado en piedra y el equilibrio fiscal no se negocia, ya que es el único camino para que Argentina salga del ciclo de desencanto. Insiste en que no hay otro camino que el del equilibrio fiscal, el orden monetario y cambiario, y que los intentos anteriores basados en el déficit fiscal han fracasado.
Finalmente, el Presidente llama a la unidad nacional para construir un futuro mejor, asegurando que Argentina está en camino de convertirse en una potencia mundial.
