Un pedacito de cielo prendido en nuestro corazón.
La escarapela como símbolo patrio fue instituida en el Primer Triunvirato por el General Manuel Belgrano y a partir de ese momento llevamos con orgullo los colores de nuestra bandera en el pecho, junto al corazón.
Construir identidad es la base para una Patria unida, como argentinos y argentinas.